EL
sintoísmo “El camino de los Dioses”
Esta es una religión del originada
en Japón, que es tomada como un estilo de vida por algunas personas, todo gira
a base de la perfección de nuestro cuerpo como espiritual y energético, esta
religión es importante porque arma la historia de Japón para definir la cultura
japonesa de otras, se basa en la unión del cuerpo y de la mente por lo tanto
hay que tener cuidado de las dos, y es un ejemplo de la armonía con la que deberíamos
convivir con nuestra naturaleza.
1.
La cultura sintoísta Japonesa.
2.
La cosmogonía.
3.
Mujer en el sintoísmo.
4.
Aspectos religiosos.
5.
Estilos de vida.
6.
El judo.
7.
El budismo en Japón.
8.
El vegetarianismo en japon.
9.
El kojiki, Mitos y leyendas del japon.
Quiero completar mas esta
Investigación, de el sintoísmo desde un punto de vista sociológico, teológico, y
filosófico. Como fue conformación de una religión importante, de filosofías muy
firmes no egoístas, para ellos, al buscar formas para la trascendencia del ser
humano.
El sintoísmo es una religión
nativa del Japón, de cultura foránea ósea que viene de otros pueblos,
influenciada por la adoración a la naturaleza, esta ha jugado un papel muy
importante para definir la historia de Japón. Ya que el sintoísmo es solo de Japón, el cual se
conformaba por muchas estructuras familiares y sociales básicas, se destacaban
por la agricultura, e identifica el arte nacional japonés, era la identidad al
“camino de los dioses”
El sintoísmo comenzó como un
sistema ordenado en el año 645 cuando el estado de Japón comienza hacer los
santuarios más respetados, con esto se puede decir que aquí ya había una
ideología política; esto es afirmado en los dos libros de la historia de Japón,
donde afirma acerca del linaje divino de “Yamato” como única casa legitima y
gobernante del país, el cual solo los caciques Yamato eran los únicos capaces de gobernar, y ellos se
repartieron las regiones por parte de el mando de un dios.
"Como
bien sabía que este camino debería concluir con la muerte;
Fue
el espíritu- de Yamato el que me apremió a continuar
A
desafiar lo que aconteciere" Emperador Yhosida Shoin
La cosmogonía de este pueblo
parte del conocimiento entre la vida y la muerte, la vida es la armonía de la
fuerza con la naturaleza y la muerte, el mal y las impurezas. El origen comenzó
por los primeros dioses del cosmos, el cual
convocaron dos criaturas hombre y mujer, y les encargaron la creación de
la tierra “ Izanagui y Izanami ”, para que ellos pudieran empezar la creación
de la tierra los dioses les dio una lanza llamada Amenonuhoko (lanza de los cielos), y asi empezaron a crear todo lo
que existe en el mundo poniendo en claro la cosmogonía de todo entre el cielo y
la tierra.
La desvalorización de la
mujer se hace presente en cuatro historias la primera es la historia de la
creación de la tierra en la cual la mujer no participa, la segunda es el aborto
de dos hijos “deidades” por la mujer de este ser tan pretenciosa, como la diosa
Izanami cuando conoció a el dios Izanagui esto solo lo supieron con el tiempo.
Y la tercera es cuando la diosa izanami muere por dar a luz
la deidad Kagutsuchi
(encarnación del fuego), ella muere por quemaduras, después no puede ser rescatada del yomi
(inframundo) porque ella come la fruta prohibida del inframundo quedando en el
mundo de los muertos por toda la eternidad, la diosa abandonada Izanami siendo
ella la diosa de la muerte creando la muerte en la tierra.la muerte es
simbolizada por una mujer. Y la cuarta es según el sintoísmo las "kami" mujeres diosas
están celosas de las mujeres terrenales.
También le aportamos que en
el sintoísmo la sangre derramada es considerada impura porque para ellos la
sangre es la progenitora de la vida no puede ser derramada, la mujer se ha
visto discriminada porque menstrúan y eso implica impureza, también otro factor es la parte el embarazo
en el cual la mujer pierde cantidad de sangre en el parto.
Se puede creer que el
sintoísmo es un sistema pensado en el hombre en el cual los kami “los dioses” y
la mujer contribuyen al hombre para su trascendencia el kami aporta al hombre
la producción y la mujer la reproducción, por esto entre mujeres y kami no
puede haber interacción ósea que todo debe pasar a través del hombre.
representan la unión del agua y la tierra. De ellas, la
mayor representa a Izanagui y la más pequeña a Izanami, y están unidas
por un lazo sagrado (shimenawa)
Ahora en sus aspectos, sus
rasgos característicos de la religión sintoísta
se constituye por los santuarios y por el culto que se le rendía, cada
santuario, era dedicado a una deidad de la naturaleza que les respondiera con
los rezos en cualquier lugar. Podría haber un santuario en el trabajo como en
el hogar, los Kami se atraían por medio de cualquier árbol, roca, cualquier
cascada, o una isla; Era la conexión del hombre a los dioses, como también
habían unos santuarios más respetados que otros.
En sus rituales se decía que era por medio del
espejo era que el kami entraba como una especie de portal, esto adornaba los
templos como también un receptáculo donde a menudo se colocaban flores para
ofrendar. El yamabushi o monje de las montañas, estos místicos llegaron a ser
conocidos por su conocimiento, siendo solicitados como curadores, sanadores y
mediadores de el hombre con los kami.
Cuando las familias
sacerdotales aparecen por primera vez en el siglo VI, aparecen junto con ellas
los templos, el cual eran centros de festividades comunitarias y ritos
familiares a partir de esto la religión se convierte automáticamente en un
sistema ordenado como institución del Japón. Conformado por el kannushi una
especie de monjes mediador entre kamis y humano, estos sirven a los kami en
nombre de la humanidad, a esto les sobresalto que actuaban como kami para así
poder transmitir el testamento del kami. Preparados en la universidad imperial
y las sacerdotisas, mujeres curanderas que andaban en busca de servir al que lo
necesite, adornadas con collares de significados místicos poderosos.
El Japón, para darle a su
religión una identidad propia potencian la religión en la escritura, y escribieron
dos biblias, el cojiki es el libro historio más antiguo del Japón y
literalmente significa “registro de cosas antiguas”. También investigando se
habla de otra recopilación más vieja, que fue destruida por el fuego, el kojiki
habla de toda la historia de la creación del mundo a manos de la diosa Izamani y el dios Izanagui y deseo de
los kami. Este libro contiene muchas de las historias mitológicas
importantes de interacción con los
dioses, también se nombraban una genealogía de emperadores, estos datos
importantes para el inicio de Japón y cierta información histórica; Su segundo
libro el nihongi fue otro escrito también pedido de los emperadores antiguos,
emperador nara 797 emperador Mommu 697, y emperador kammu791, constaba de 30
volumenes, conformados por una genealogía de emperadores.
Las artes
marciales japoneses muy populares, son vistos como un estilo de vida, estos
surgen de lo opuesto, el estilo suave aikido y el estilo duro karate shotokan.
A pesar de esto comparten muchas similitudes.En el aikido y el karate se ejecuta un golpe básico solo en base a la
fuerza muscular, al contraer sus músculos a la iniciación de esta técnica,
actuando cada musculo como una conexión para el otro, el practicante golpea y
aprende a relajarse a través del golpe y solo tensar al final. En el aikido ser
un campeón no significa pelear, Mientras el karate Jo, solo está basado en 5 dan y Fuerza poder
contracción.
Estilo
aiki.
1. aiki: "A
través de aiki, extiende todo tu poder para lograr una pacífica armonía con el
mundo."
2. aiki:"Vencer
significa vencer la discordia mental en ti mismo. Es lograr la misión que se te
ha propuesto."
3. aiki:
"Competir en técnica, ganar o perder no es verdadero budo (vía guerrera).
El verdadero budo no conoce derrota. Nunca derrotado significa nunca
pelear."
4. aiki: "El
estado interno debe ser como un amplio mar calmado."
5. aiki: "La
esencia de aikido no está en luchar con otros."
Estilo karate-jo
karate-jo:"Siempre recuerden el contraste en estos tres
elementos, fuerza y debilidad en el poder; extensión y contracción en el
cuerpo; rapidez y lentitud en la técnica."
karate-jo: "Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo;
en mil batallas nunca estarás en peligro."
karate-jo: "Vencer 100 veces en 100 batallas no es la
más alta habilidad. Calmar al enemigo sin pelear es la habilidad más
alta."
karate-jo: "Un verdadero gran hombre no se ve perturbado
aún cuando se ve confrontado a un evento o crisis inesperada."
karate-jo: "Una persona que realmente entrena en este do
(vía) y realmente entiende karate-do nunca es llevado fácilmente a una
pelea."
El
judo.
Arte marcial proveniente de
japon y del shinto; derivada del jujutsu fue creada por el profesor filosofo
“jigoro kano”, quien dedico su vida a promover este estilo de vida propio
tomado de el jujutsu, el cual había practicado toda su infancia, construyendo
métodos de enseñanza, entrenamiento y sistemas de rango. Con sus propias
formulas de combate. Como también los principios, científicos de balance,
eficiencia, momento y control.
El
budismo en Japón.
El budismo es considerado como un descubrimiento
personal y no una revelación divina.las enseñanzas del budismo no son
percibidas por los seguidores como creencias ni dogmas de fe, es más bien una práctica
de interiorización. El budismo nace en Japón en el siglo XIII, el budismo japonés
tiene una larga expansión histórica y algunos debates que giraban en torno a
luchas de poderes feudales. Esto en Japón hiso surgir nuevas escuelas y la aparición
de otras. Este fue un movimiento de budismo muy diferente y muy notable a todos
los demás, muchas personas del japon eran budistas lo
que no impide que muchos de estos sigan venerando, al mismo tiempo en sus hogares
los espíritus divinos del kami del shinto.
El budismo zen es la formas mas conocida del budismo japonés,
Durante ocho siglos de historia en el Japón alcanzó un desarrollo
significativo. Durante sus primeros
siglo , su presencia sirvió tanto para dar el horizonte espiritual japonés, y
para darle un mayor acceso a la civilización china; patrocinado al principio
por las familias más poderosas del estado, las enseñanzas budistas tomaron muy
grande poder, hasta que el budismo japonés declaro al resto de las escuelas
como erróneas, en los comienzos de la época chocando con las postura crítica de pensadores , que la
declararon supersticiosa y foránea, a las tradiciones de los shintoitas.hoi en día
esto se sigue ejerciendo en las distintas escuelas que persuasiva la mente de los japoneses.
El vegetarianismo en japon .
Gran número de Macao japonesa demuestran que estos consumen ciento diecinueve especies de planta, en forma de yemas, retoños, hojas y frutos, raíces y cortezas, una cantidad de diferentes arañas, escarabajos, mariposas, hormigas y huevos.la dieta de un carnívoro típico es más nutritiva, pero también mucho más monótona. Los japoneses de la antigüedad solo comían frutos vegetales frescos arroz, también consumían pescado y marisco, pero poca carne. En la antigüedad cuando el budismo se apodero del Japón; se prohibió el comer pescado marisco aves y animales. Al ser estas religiones antiguas muy cosmogónicas su noción del cuerpo es mantenerlo sano de imperfección, por eso el vegetarianismo tan radical que las sociedades antiguas provenían. El ser alimenticio pueden ser capaces de sobrevivir, pero tienen que vencer los efectos de la deficiencia en proteínas, en minerales y vitaminas si quiere progresar y desarrollarse cualitativamente, en las sociedades más sanas y adelantadas de hoy día, se mantiene perfectamente el equilibrio de la dieta a base de plantas y de carne a pesar de los dramáticos métodos de abstención de alimentos de real provechos como la verdura.
“habrá que agregar algunas corrientes
antropológicas que discuten cuál es la verdadera naturaleza del
"hambre" de carne, siendo que la mandíbula y sistema digestivo del
ser humano parecen estar diseñados para consumir vegetales, en tanto que hay
psicólogos que investigan cuál es el significado y la relación entre consumir
este producto y comportamiento agresivo.” Cito filometro blogs
Mitos y Leyendas Del Japon
El kojiki
El kojiki
I
“Al principio solo había caos, el aire puro
ascendió, y el turbio bajó, formando el cielo y la tierra. Los dioses Izanagui
e Izanami removieron el mar con un bastón salpicando algunas gotas que al caer
formaron una isla, en la cual yacieron juntos. El fruto de esta unión fue un
niño sin manos ni pies, producto de la seducción de la diosa sobre su conyugue.
Lanzaron al niño tullido al agua en un bote de caña. Más tarde, la diosa
Izanami dio a luz a las islas del país primero, el dios de la casa, el de los
ríos, el del viento, el de los árboles. El de la montaña, el de los campos, y
el del fuego, muriendo su madre en el parto debido al calor que éste
desprendía. El triste y furioso dios Izanagui, mató a su último hijo en
venganza, antes de bajar al mundo de los muertos a pedir a la diosa que
volviese a la vida, descubriendo que ésta se había tornado una horrible
criatura tras ingerir los alimentos del no mundo. Izanagui huyó espantado, y su
esposa lo persiguió, ante lo cual el dios desencantado le declaró el divorcio.
La ira de izanagui II
Al
ver morir a su amada Izanami de aquella terrible manera, el marido divino echó
a llorar desconsolado, pero las lágrimas del viudo Izanagi todavía servirían
para dar vida a la diosa del llanto.
Pasado aquel primer momento de desconsuelo, Izanagi se encolerizó con el hijo que fuera causa de la muerte de Izanami y cortó la cabeza del Espíritu del Fuego con su espada, acabando con su vida, pero haciendo también el doble prodigio de que su sangre diera vida a otras ocho nuevas divinidades, del fuego, de las rocas, triturador de las raíces, triturador de las rocas, de la lluvia, del sol, del viento, de los valles, y que de las partes del Espíritu de Kagutsuchi - el Dios del Fuego - se hiciera nacer a otras tantas nuevas divinidades de las montañas, protectoras de caminos, de laderas, del refugio, de la oscuridad, de los bosques, etc.
Pero todo ello no llegaba a consolar al doliente Izanagi, que quería recuperar a su perdida esposa a cualquier precio; así que decidió descender a los infiernos, y allí la encontró; pero también supo por sus palabras que la infeliz Izanami ya había comido de la mesa del país de los muertos y que, por lo tanto, no podía abandonar jamás aquel recinto in fausto, si no fuera con la especial licencia del dios del infierno. Con aquella promesa, Izanami desapareció en el negro interior. Pasaba el tiempo y la amada no regresaba, así que Izanagi tomó una púa de un peine, la prendió fuego, a modo de tea, y se metió por el mismo camino por el que había visto pasar antes a Izanami.
Allí la encontró, entre los ocho dioses del trueno - de aspecto bastante terrible -, que habían nacido del cuerpo de su amada.
Izanagi quedó aterrado, más aún, al escuchar la invectiva que le lanzaba Izanami, por haberla humillado con aquella contemplación de su metamorfosis infernal.
Pasado aquel primer momento de desconsuelo, Izanagi se encolerizó con el hijo que fuera causa de la muerte de Izanami y cortó la cabeza del Espíritu del Fuego con su espada, acabando con su vida, pero haciendo también el doble prodigio de que su sangre diera vida a otras ocho nuevas divinidades, del fuego, de las rocas, triturador de las raíces, triturador de las rocas, de la lluvia, del sol, del viento, de los valles, y que de las partes del Espíritu de Kagutsuchi - el Dios del Fuego - se hiciera nacer a otras tantas nuevas divinidades de las montañas, protectoras de caminos, de laderas, del refugio, de la oscuridad, de los bosques, etc.
Pero todo ello no llegaba a consolar al doliente Izanagi, que quería recuperar a su perdida esposa a cualquier precio; así que decidió descender a los infiernos, y allí la encontró; pero también supo por sus palabras que la infeliz Izanami ya había comido de la mesa del país de los muertos y que, por lo tanto, no podía abandonar jamás aquel recinto in fausto, si no fuera con la especial licencia del dios del infierno. Con aquella promesa, Izanami desapareció en el negro interior. Pasaba el tiempo y la amada no regresaba, así que Izanagi tomó una púa de un peine, la prendió fuego, a modo de tea, y se metió por el mismo camino por el que había visto pasar antes a Izanami.
Allí la encontró, entre los ocho dioses del trueno - de aspecto bastante terrible -, que habían nacido del cuerpo de su amada.
Izanagi quedó aterrado, más aún, al escuchar la invectiva que le lanzaba Izanami, por haberla humillado con aquella contemplación de su metamorfosis infernal.
La huida del infierno.III
Al
grito de la indignada Izanami acudieron los seres infernales, pero el astuto
Izanagi lanzó a tiempo su corona al suelo y ésta, milagrosamente se transformó
en un racimo de jugosas uvas, que los demonios, siempre hambrientos e
insaciables, se detuvieron a recoger; después volvieron a correr tras él, pero
Izanagi lanzó las púas que quedaban en su peine, que ahora se convirtieron en
brotes de bambú tierno, y los demonios volvieron a detenerse, recogiéndolas con
gula; pero los brotes se acabaron y los infernales seres siguieron en pos de
Izanagi, ahora acompañados de los ocho dioses del trueno, al mando de una horda
de mil quinientos demonios que la humillada Izanami, había mandado en auxilio
de sus estúpidos súbditos.
Izanagi, sin dejar de huir, blandía la espada a su espalda, matando a todo el que se acercaba demasiado, y así prosiguió, hasta llegar a Izumo, donde está la boca del infierno, en donde pudo recoger tres melocotones maduros que arrojó contra sus muchos perseguidores, consiguiendo ponerlos a todos en fuga.
Agradecido, Izanagi paró, tomó aliento y habló a los melocotones que le habían salvado la vida: " Al igual que habéis ayudado a Izanagi, ayudad a los hombres del Japón cuando estén necesitados de auxilio ".
En ese momento, los melocotones quedaron convertidos en frutos divinos.
Pero la propia Izanami se había puesto tan furiosa al ver que todos le fallaban, que ella misma salió a acabar con el que fuera su marido amado en la vida, porque ahora ya no era la esposa, sino que se había transformado en la mayor diosa del infierno, pero el veloz Izanagi supo cerrar la entrada del infierno con una enorme roca, pero no totalmente, de modo que cuando llegó Izanami, ella pudo todavía amenazarle, anunciando que se vengaría de él, matando en un solo día a mil seres humanos; pero Izanagi no se inmutó ante las tremendas palabras de Izanami y le respondió que si ella mataba a mil hombres, el haría nacer a otros mil quinientos, y tapó del todo la entrada con la divina roca, la que impide la entrada a la casa de los muertos.
Izanagi, sin dejar de huir, blandía la espada a su espalda, matando a todo el que se acercaba demasiado, y así prosiguió, hasta llegar a Izumo, donde está la boca del infierno, en donde pudo recoger tres melocotones maduros que arrojó contra sus muchos perseguidores, consiguiendo ponerlos a todos en fuga.
Agradecido, Izanagi paró, tomó aliento y habló a los melocotones que le habían salvado la vida: " Al igual que habéis ayudado a Izanagi, ayudad a los hombres del Japón cuando estén necesitados de auxilio ".
En ese momento, los melocotones quedaron convertidos en frutos divinos.
Pero la propia Izanami se había puesto tan furiosa al ver que todos le fallaban, que ella misma salió a acabar con el que fuera su marido amado en la vida, porque ahora ya no era la esposa, sino que se había transformado en la mayor diosa del infierno, pero el veloz Izanagi supo cerrar la entrada del infierno con una enorme roca, pero no totalmente, de modo que cuando llegó Izanami, ella pudo todavía amenazarle, anunciando que se vengaría de él, matando en un solo día a mil seres humanos; pero Izanagi no se inmutó ante las tremendas palabras de Izanami y le respondió que si ella mataba a mil hombres, el haría nacer a otros mil quinientos, y tapó del todo la entrada con la divina roca, la que impide la entrada a la casa de los muertos.
Vida de nuevos dioses IV
Terminada
la trágica aventura del mundo subterráneo, Izanagi decidió que era hora de
purificarse tras su contacto con los muertos y se fue hasta el río Voto, en
Tachibana, para sumergirse en sus aguas.
De cada prenda que se quitó, nació un nuevo dios, hasta completar una docena de divinidades tan diversas como la del final del camino, de los caminantes, de los enfermos, de las dudas, de la saciedad, de las playas, del océano, de alta mar, de la resaca, de las costas lejanas, etc.
Pero también, al bañarse en las aguas del Voto, la contaminación del reino de los muertos se transformó en dos divinidades negativas, la de los ochenta males y la de los grandes males, a las que Izanagi respondió con la creación de dos dioses benignos que reparan y purifican, aparte de otros seis dioses encargados de velar por el fondo, la parte media y la superficie del mar.
Pero los más importantes dioses todavía no habían sido creados en sus abluciones, ya que fue al purificar la visión de su divino ojo izquierdo cuando dio lugar a Amaterasu, la diosa del Sol.
Al hacer lo mismo con su visión derecha, dio vida al dios de la Luna, Suki-yomi-no-Kimoto.
Al purificar su respiración, engendró al dios Take-haya-Susa-no-o, al varón por excelencia.
De cada prenda que se quitó, nació un nuevo dios, hasta completar una docena de divinidades tan diversas como la del final del camino, de los caminantes, de los enfermos, de las dudas, de la saciedad, de las playas, del océano, de alta mar, de la resaca, de las costas lejanas, etc.
Pero también, al bañarse en las aguas del Voto, la contaminación del reino de los muertos se transformó en dos divinidades negativas, la de los ochenta males y la de los grandes males, a las que Izanagi respondió con la creación de dos dioses benignos que reparan y purifican, aparte de otros seis dioses encargados de velar por el fondo, la parte media y la superficie del mar.
Pero los más importantes dioses todavía no habían sido creados en sus abluciones, ya que fue al purificar la visión de su divino ojo izquierdo cuando dio lugar a Amaterasu, la diosa del Sol.
Al hacer lo mismo con su visión derecha, dio vida al dios de la Luna, Suki-yomi-no-Kimoto.
Al purificar su respiración, engendró al dios Take-haya-Susa-no-o, al varón por excelencia.
Orgulloso
de sus hijos partenogenéticos, Izanagui les encomendó la gobernación del Cielo,
de la noche y del mar, respectivamente, aunque el recién nacido Susa-no-o se
puso a llorar, porque no quería el reino del mar, sino ir a la región
subterránea en donde estaba su difunta madre.
Izanagi se encolerizó al escuchar tal pretensión, y al punto le echó de su lado, pero el perplejo Susa-no-o pidió a su padre la gracia de poder elevarse al Cielo, para ver, antes de partir al infierno, a su buena hermana Amaterasu.
Concedido el permiso, Susa-no-o surcó los cielos en pos de su hermana, entre los tremendos sonidos de una Tierra que se estremecía en tormentas y erupciones y que se sacudía en terremotos.
Izanagi se encolerizó al escuchar tal pretensión, y al punto le echó de su lado, pero el perplejo Susa-no-o pidió a su padre la gracia de poder elevarse al Cielo, para ver, antes de partir al infierno, a su buena hermana Amaterasu.
Concedido el permiso, Susa-no-o surcó los cielos en pos de su hermana, entre los tremendos sonidos de una Tierra que se estremecía en tormentas y erupciones y que se sacudía en terremotos.
Amaterasu y Susano V
Al
oír aquellos horribles sonidos que también subían hasta el Cielo, Amaterasu se
preparó con su arco tenso y mil flechas en su carcaj, para recibir como se
merecía aquella desconocida visita que se anunciaba de tal manera.
Cuando vio que el temido visitante no era otro sino su hermano, la diosa desconfió de los motivos que le llevaran hasta su reino, pues recelaba que quisiera hacerse con él.
Susa-no-o hizo muestras de su buena voluntad y explicó que lo único que deseaba era llegar hasta las profundidades de la tierra, para ver a su difunta madre, y que sólo quería despedirse de su hermana querida antes de partir.
Tras aquellas palabras, los hermanos hicieron un juramento y, de los trozos de la espada de Susa-no-o, Amaterasu forjó tres diosas; por su parte, Susa-no-o tomó los prendedores de las trenzas de Amaterasu y con ellos dio forma a cinco dioses. a la izquierda de Amaterasu. Pero Susa-no-o se sintió embriagado por el orgullo de haber sido capaz de crear más dioses que su hermana, entregándose a una loca destrucción del reino de Amaterasu, hasta el punto de que ella corrió a esconderse atemorizada, refugiándose en una cueva del cielo, tapando la entrada con una gran roca.
Al desaparecer el Sol, el Japón se oscureció y los dioses celestes se alarmaron.
Así que se reunieron en asamblea las ochenta mil divinidades, tratando de solucionar la espantosa negrura, y encontraron la forma de hacer salir a Amaterasu de la cueva, disponiendo que la diosa Amanouzume, divinidad del baile, se pusiera a danzar estruendosamente, mientras todos los dioses hablaban a voces y reían alborozados, Amaterasu, desde su escondite, no pudo evitar oír la alegría de aquella fiesta, y quiso saber la causa de tal algarabía.
Entonces le dijeron que lo hacían porque habían encontrado a una nueva y mejor diosa que cualquiera de las conocidas.
Curiosa, Amaterasu se asomó para ver a ese maravilloso ser, quedando deslumbrada por su reflejo en un espejo que habían apuntado hacia la entrada de la cueva sus compañeros divinos, entonces Tajikarao, dios de la fuerza, la asió por el brazo mientras Futotama colocaba en la entrada de la cueva la red de soga de paja de arroz, el shimenawa que había tejido previsoramente, para impedir cualquier intento de regreso al refugio.
Cuando vio que el temido visitante no era otro sino su hermano, la diosa desconfió de los motivos que le llevaran hasta su reino, pues recelaba que quisiera hacerse con él.
Susa-no-o hizo muestras de su buena voluntad y explicó que lo único que deseaba era llegar hasta las profundidades de la tierra, para ver a su difunta madre, y que sólo quería despedirse de su hermana querida antes de partir.
Tras aquellas palabras, los hermanos hicieron un juramento y, de los trozos de la espada de Susa-no-o, Amaterasu forjó tres diosas; por su parte, Susa-no-o tomó los prendedores de las trenzas de Amaterasu y con ellos dio forma a cinco dioses. a la izquierda de Amaterasu. Pero Susa-no-o se sintió embriagado por el orgullo de haber sido capaz de crear más dioses que su hermana, entregándose a una loca destrucción del reino de Amaterasu, hasta el punto de que ella corrió a esconderse atemorizada, refugiándose en una cueva del cielo, tapando la entrada con una gran roca.
Al desaparecer el Sol, el Japón se oscureció y los dioses celestes se alarmaron.
Así que se reunieron en asamblea las ochenta mil divinidades, tratando de solucionar la espantosa negrura, y encontraron la forma de hacer salir a Amaterasu de la cueva, disponiendo que la diosa Amanouzume, divinidad del baile, se pusiera a danzar estruendosamente, mientras todos los dioses hablaban a voces y reían alborozados, Amaterasu, desde su escondite, no pudo evitar oír la alegría de aquella fiesta, y quiso saber la causa de tal algarabía.
Entonces le dijeron que lo hacían porque habían encontrado a una nueva y mejor diosa que cualquiera de las conocidas.
Curiosa, Amaterasu se asomó para ver a ese maravilloso ser, quedando deslumbrada por su reflejo en un espejo que habían apuntado hacia la entrada de la cueva sus compañeros divinos, entonces Tajikarao, dios de la fuerza, la asió por el brazo mientras Futotama colocaba en la entrada de la cueva la red de soga de paja de arroz, el shimenawa que había tejido previsoramente, para impedir cualquier intento de regreso al refugio.
Con
Amaterasu fuera de la cueva rocosa del cielo, volvió la luz al Japón y la paz a
los dioses.